Princesa16.

Princesa16.
No soy perfecta, creo en los errores, y de ellos aprendo que la perfección solo existe en las personas que creen ser algo. ¿Vivir al límite? Ellos no saben lo que es sentir que cada día pueda ser el último.

sábado, 10 de marzo de 2012

-No se trata de ir por la vida con una sonrisa de oreja a oreja para demostrar que eres feliz, se trata de reir sin darte cuenta, de soñar despierta y no acordarte después, de jugar con fuego, quemarte, y aun así reir, porque es lo único que puedes hacer, esa sonrisa que se convierte en carcajada en menos de un segundo, y que más tarde, llegará a formar parte de esos momentos irrepetibles que componen tu felicidad.

Desde pequeño te dicen que cuando te preguntas si quieres a una persona has dejado de quererla para siempre, que a rey muerto; rey puesto, que no hay dos sin tres y que un beso sin abrazo es como una flor sin olor. Te dicen que si duele aprietas los dientes y sonríes, que si la vida te da la espalda pues le tocas el culo y que no hay que mentir. Desde pequeño te dicen que cuando seas mayor podrás vivir tu vida como quieras. Pero nadie te dice que ser mayor es complicado, que dejar de querer duele y que hay personas que no se pueden sustituir. Nadie te dice que el tres del dos sin tres es la persona que rompe la relación. Nunca nadie te explica como apretar los dientes y sonreír, ni siquiera te preparan para el dolor. Todos te dicen que la vida es muy puta, pero nadie te cuenta que en millones de años de existencia del ser humano nadie se ha atrevido a follársela. Te dicen que no mientas, pero no advierten que luego los que más quieres son los que te mienten y que las bocas están llenas de te quieros falsos. Nunca nadie te dice que la vida no es rosa y que habrán puntos en tu vida en los que solo podrás llorar. No te lo dicen porque tienes que descubrirlo tú solo. Y aunque duele darse cuenta, está bien.
Me hace gracia, antes solía dibujar caritas felices por todas partes, pero ahora no, ya no, y no es porque no sea feliz es simplemente porque ahora dibujo corazones. Y no lo hago solo porque esté enamorada de todo, absolutamente de todo lo que tengo. Los dibujo porque la experiencia me enseñó que las sonrisas pueden ser falsas pero el corazón no.
Como un cigarro para un fumador. Como ese último sorbo de ginebra para un alcohólico. Ese chute para un drogadicto. Eres pura adicción. Eres como esas mañanas de sol en invierno, como esos soplos de viento en verano. Eres el placer de tocar el suelo con los pies descalzos o el lado más frío de la cama en verano. Eres todo lo bueno y todo lo malo. Eres todo lo que te hace bien y a la vez mal. Eres lo que quiero, y lo que no quiero, ver. Muchas veces te conviertes en algo más que todo eso. Te conviertes en pura adicción. Algo más, algo fuerte, ajeno a los sentidos. Eres todo eso que te hace desvariar. Eres justo lo que quiero.
Aquel que intercambia tus lágrimas por sonrisas, que te da la mano para levantarte cuando te has caído, cuando has tomado mal camino es capaz de guiarte y te fías de que te guiará bien, que te defiende mientras los demás te están atacando, que no le importa los rumores porque se fía de tu palabra sin pensar en ningún momento que le estás engañando, el que cuando tienes un mal día te abraza y te recuerda que está ahí siempre, y que siempre lo va a estar como hasta el momento, ese es el verdadero superhéroe, lo demás se deja para las películas.

Puede que me guste escuchar esa estúpida canción que me ata a ti. Puede que sea un poco romántica, y siempre llore al ver alguna de esas películas que siempre acaban bien. Puede que sea de risa floja, y que me de por reír al verte sonreír, puede que se me salgan los colores cada vez que me sonries, solo por verme sonreír y puede, que sea feliz cuando estás conmigo. Cuando estás sin estar, cuando no te das cuenta de que te miro, o cuando no me quiero dar cuenta de que me miras sin querer verme. Puede que me guste que me hables a susurros, y así tener alguna escusa para acercarme más a ti. Puede que tiemble cada vez que te veo girar la esquina, y que me derrita cada vez que te me acercas. Y, sabes? te quiero y más de lo que piensas.
Tengo siete millones novecientos treinta y tres mil doscientos veintidós defectos, ocho caras diferentes, mil cambios de humor diarios, un millón de cicatrices, una mala ostia que lo flipas, once amigos de verdad y una sonrisa de oreja a oreja, provocada por ti.
Sesenta segundos.
Es lo que puedes tardar en caerte, en perder a un amigo, a una pareja, un sueño, puedes cometer un error, quizá el más grande de tu vida, es el tiempo en el que tu cara puede pasar de feliz a triste, a llorar como nadie ha llorado en toda su vida, puedes tropezar contigo mismo otra vez. En tan solo un minuto puedes emocionarte, enamorarte, besar, reírte, sentirle, ganar, llorar de alegría, soñar, querer, comprometerte, quizá puedas reconciliarte, encontrar a un amigo.. Igual basta un minuto para hacer feliz a alguien, para que te recuerden quien eres y porqué estás aquí.
Cada vez que creas que no puedes más...
estaré ahí para recordarte que eres capaz de todo. Y te prometo ser la valiente cuando sea necesario. Prometo arriesgarme cuando tú no puedas. Te prometo deshacer todos los estúpidos enfados que no debieron existir. Prometo no olvidarte nunca. Prometo decirte cada día que eres mi mundo. Prometo dedicarte mi mejores sonrisas. Prometo eliminar todo lo que alguna vez nos hizo daño. Prometo darte todo lo que desees. Prometo corregirte cada vez que digas tú y yo en vez de nosotros.

Lo que más me gusta de mi, es mi forma de quererte.