Esta vez las cosas van a salir bien, así de amigos. Será divertido. Nos saludaremos todas las mañanas y tú me soltarás alguna broma estúpida como haces siempre, y luego a la salida, volveremos a hacerlo, nos distanciaremos y seremos partícipes de alguna mirada lejana que habrá entre nosotros. Las que confirman que no, que todo no está perdido. Luego llegaré a casa me conectaré y tú me hablarás como haces siempre que estamos bien, nos contaremos todas las cosas estúpidas que nos ha pasado durante el día y todas esas cosas que llevamos dentro, pero sin mencionarnos a nosotros, ni tú a mí, ni yo a ti. Cuando ya no tengamos nada que contarnos, empezarás a picarme y a llamarme basta y luego yo me picaré también y nos soltaremos un montón de cosas de las que acabamos riéndonos los dos. Luego, cuando llegue la hora de irme, por que yo siempre me voy primero, nos despediremos normal y algún día se te escapará un corazón que a mi me saca una sonrisa. Luego yo me acostaré pensando en ti y en porqué no te dije nada bonito para que lo hicieses tú también cuando te acostaras, y después pensaré en que somos estúpidos por que sabemos que los dos nos seguimos recordando. Por que eso es lo que pasa siempre. Es nuestra rutina.