-¿Qué?
+Mentiroso, eres un mentiroso. No digas cosas de las que llegaras a arrepentirte.
-No lo haré.
+Te apuesto mi vida a que lo que harás.
-¿Y si pierdes? ¿Qué gano yo?
+Me ganas a mi, aun que seguramente no sirva ni como premio de consolación.
Da igual, yo soy la incondicional, soy algo seguro. No tienes que currártelo con migo, estoy en la palma de tu mano.

-Te voy a aplicar una frase muy tuya: Tiempo al tiempo. Espérame, por que si me buscas, me encontrarás.