- Deja que te lleve a mi mundo, guiaré todos tus pasos, aprenderé tus despertares, inventaré tus noches, permaneceré junto a ti, borraré todos los destinos escritos, coseré todas las heridas. Los días que la cólera te domine, te ataré las manos a la espalda para que no te hagas daño, pegaré mi boca a la tuya para ahogar tus gritos y nada será nunca más igual. Y si tú estás solo, estaremos solos en pareja.
Lucas la tomó entre sus brazos, le rozó una mejilla y le acarició la oreja con el timbre grave de su voz:
- Si supieras todos los caminos que he tomado para llegar hasta ti… No sabía, Sofia, me he equivocado muchas veces y siempre he vuelto a empezar con más alegría, con más orgullo. Quisiera que nuestro tiempo se detuviese para poder vivirlo, descubrirte y amarte como mereces, pero este tiempo nos une sin pertenecernos. Yo soy de otra sociedad donde todo es nadie, donde todo es único; yo soy el mal y tú el bien, yo soy tu diferencia, pero creo que te amo, así que pídeme lo que quieras.
- Tu confianza.
Me hace gracia, antes solía dibujar caritas felices por todas partes, pero ahora no, ya no, y no es porque no sea feliz es simplemente porque ahora dibujo corazones. Y no lo hago solo porque esté enamorada de todo, absolutamente de todo lo que tengo. Los dibujo porque la experiencia me enseñó que las sonrisas pueden ser falsas pero el corazón no.
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