Hay días en los que pienso que no estoy hecha a tu medida, que no me merezco la suerte que tengo al estar contigo. Es que somos totalmente distintos: tú siempre miras el lado positivo de las cosas, yo continuamente veo el negativo; tú levantas la cabeza en las situaciones más complicadas, yo intento refugiarme en mí misma; tú sabes reírte de las adversidades de la vida, yo simplemente las asumo…
¿Sabes? Me asusta tanta perfección. Me da miedo que un día dejes de ver en mi aquello que hoy nos mantiene unidos, que pienses que todo esto ha sido una pérdida de tiempo, que quieras empezar de 0 otra vida con otra chica a tu lado…
Y me asusta porque gracias a ti, a tu forma de ser, en este tiempo he ido siendo cada día mejor persona. El mundo parece mejor porque tú existes y estás en él.
Y sí, puede resultar pasteloso, pero es así y no puedo ni quiero hacer nada para evitarlo: te quiero y punto, y te lo demostraré de todas las formas que me sean posibles.
A cambio sólo te pido que estés conmigo, que me seas sincero y que pase lo que pase nunca pierdas esa sonrisa al pensar en ese “nosotros”
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