+Él me coge de la cintura, me pone el hombro por encima y quiere que le de la mano. ¿Tú ves eso normal?
- Tía, ¿y tú qué le dices cuando te hace eso?
+ Le ruego delicadamente que quite la mano y si no me hace caso, acto seguido se la quito yo.
- Pues ya sé, cuando te pregunte por qué se la quitas respóndele: Porque no quiero enamorarme otra vez de ti.
+ Tía, no me estoy enamorando otra vez...
En ese momento me quedé congelada, como si todo lo de mi alrededor se hubiera congelado, incluido mi corazón. No sabía que decirla... La mentí. O quizás me mentí a mi misma. Me engañé pensando que no me iba a enamorar de él otra vez, pero creo que era incierto. Quizás algo estaba pasando por mi cabeza, algo extraño.
¿ Y si ella tenía razón? ¿ Y si otra vez estuviera cometiendo el maldito mismo error? O peor, ¿y si le vuelvo a querer como antes?
Me hace gracia, antes solía dibujar caritas felices por todas partes, pero ahora no, ya no, y no es porque no sea feliz es simplemente porque ahora dibujo corazones. Y no lo hago solo porque esté enamorada de todo, absolutamente de todo lo que tengo. Los dibujo porque la experiencia me enseñó que las sonrisas pueden ser falsas pero el corazón no.
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