Sin razón, sin aviso, apareciste en mi vida y ahora no consigo apartarte de ella. Te tengo lejos, mucho, no eres el chico más indicado para mi, dudo mucho que yo te interese pero aún así sigo sin poder olvidarte. Aquella noche en la que te conocí cada palabra, cada gesto o cada mirada se multiplicaba por un millón y aumentaba mi felicidad. Pasaron muchas horas pero se me convirtieron en segundos al darme cuenta de que se terminaban. Guardo nuestra única foto como un tesoro, el mayor recuerdo que tengo de ti, porque no me quisiste dejar nada más. No sabía cómo acercarme a ti, como decirte todo lo que pensaba y estaba guardando por dentro. Esa noche fui la chica más feliz del mundo sin razón alguna y ahora lo único que me queda es esperar y tener suerte para poder volver a sentir aquella felicidad tan tonta...
Me hace gracia, antes solía dibujar caritas felices por todas partes, pero ahora no, ya no, y no es porque no sea feliz es simplemente porque ahora dibujo corazones. Y no lo hago solo porque esté enamorada de todo, absolutamente de todo lo que tengo. Los dibujo porque la experiencia me enseñó que las sonrisas pueden ser falsas pero el corazón no.
Princesa16.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario